35,99 €
inkl. MwSt.
Versandkostenfrei*
Versandfertig in über 4 Wochen
payback
18 °P sammeln
  • Gebundenes Buch

Las festividades patronales constituyen una importante herramienta para el fortalecimiento de la religiosidad católica, el reencuentro de quienes se han ido a otros lares con sus pueblos natales y la promoción de los valores de solidaridad familiar y social, de las manifestaciones culturales populares y de amor al ámbito geográfico donde se realizan. En esos eventos los vecinos pintan los frentes de las casas, gestionan ante los organismos gubernamentales pertinentes el arreglo de calles, plazas y otros sitios de encuentro, recolectan recursos económicos para financiarlos, estrenan ropa y…mehr

Produktbeschreibung
Las festividades patronales constituyen una importante herramienta para el fortalecimiento de la religiosidad católica, el reencuentro de quienes se han ido a otros lares con sus pueblos natales y la promoción de los valores de solidaridad familiar y social, de las manifestaciones culturales populares y de amor al ámbito geográfico donde se realizan. En esos eventos los vecinos pintan los frentes de las casas, gestionan ante los organismos gubernamentales pertinentes el arreglo de calles, plazas y otros sitios de encuentro, recolectan recursos económicos para financiarlos, estrenan ropa y calzados y promueven la solidaridad. Por lo menos 93 comunidades del Estado Nueva Esparta son escenarios cada año de festividades en honor a sus respectivos patronos o patronas. Estas fiestas, que tienen ingredientes religiosos y no religiosos, se desarrollan en ámbitos geográficos regionales, municipales, locales y micro-locales. La Virgen María, en 18 de sus advocaciones, es la más celebrada. En efecto, tiene presencia en 33 localidades de las 93 que hemos analizado en la presente monografía. Debemos acotar que el contenido religioso siempre es el mismo, no así el no religioso por su naturaleza económica. Los otros patronos y patronas son Jesús de Nazaret, el Santísimo Cristo del Buen Viaje, San Pedro Apóstol, San Judas Tadeo, San Antonio de Padua, San Cayetano, Santa Rita de Casia, Santa Teresa de Jesús, El Gran Poder de Dios, San Francisco de Asís, San Francisco Javier, San Juan Evangelista, San Martín de Porres, San Simón Apóstol, Santa Isabel de Hungría, Santísima Trinidad, San Antonio María Claret, Nuestro Señor San José, San Agustín, San Isidro Labrador, San Miguel Arcángel, Beato Pedro González, Santísimo Cristo de Las Piedras, San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo, la Santa Cruz, Santa Teresita del Niño Jesús, Santa Eduvigis, Santa Rosa de Lima, San Sebastián, Santísimo Cristo de La Fuente, Sagrado Corazón de Jesús, San Lorenzo, San Onofre, Santísimo Cristo de La Galera, San Nicolás de Bari, La Epifanía del Señor, Divino Niño y Santa Ana. Solamente a la Virgen del Valle y al Santísimo Cristo del Buen Viaje se les atribuye milagros. ¿¿¿¿¿¿¿Esta monografía está respaldada por investigación de campo en las diversas localidades, programas festivos y, en pocas ocasiones, noticias periodísticas.
Autorenporträt
Eladio Rodulfo González, quien firma su obra en prosa o en verso con los dos apellidos, nació en el caserío Marabal, convertido después en parroquia homónima del Municipio Mariño, Estado Sucre, Venezuela, del matrimonio constituido por Guzmán Rodulfo y Nicomedes González, quien falleció cuando éste era un niño de corta edad y a la cual no conoció ni en retrato. Fue criado por la segunda esposa de su padre, Martina Salazar. Su nacimiento se produjo el 18 de febrero de 1935. Es licenciado en Periodismo de la Universidad Central de Venezuela, trabajador social, poeta e investigador cultural. Con su esposa, Briceida Moya, procreó a Gabriela Lucila, Juan Ramón, Gustavo Adolfo y Katiuska Alfonsina, llamados así en honor a los poetas Gabriela Mistral, Juan Ramón Jiménez, Gustado Adolfo Bécquer y Alfonsina Storni. En los primeros años de su vida fue dependiente en la bodega del padre, obrero petrolero de la empresa Creole Petroleum Corporation en Lagunillas, Estado Zulia, localidad donde inició el bachillerato en el Colegio Santa Rosa de Lima, que continuó en los liceos Alcázar y Juan Vicente González y la Escuela Nacional de Trabajo Social, ambas instituciones situadas en Caracas. También fue co-fundador de la División de Menores del extinto Cuerpo Técnico de Policía Judicial y de la Seccional Nueva Esparta del Colegio Nacional de Periodistas, donde integró el directorio en varias secretarías y además presidió el Instituto de Previsión Social del Periodista. En la extinta Escuela de Periodismo de la Universidad Central de Venezuela, transformada en Escuela de Comunicación Social después, el 9 de octubre de 1969 obtuvo el título de licenciado en Periodismo. Más tarde realizó un posgrado en Administración Pública, mención Organización y Métodos, y un curso de Investigación de Investigación Cultural. Asimismo, hizo cursos policiales en Washington, D.C. y en Fort Bragg, Carolina del Norte.