Este libro analiza las políticas de prevención del radicalismo violento en las prisiones tunecinas a partir del ejemplo de la cárcel de Mornaguia, explorando las dinámicas de radicalización en detención y las posibles palancas de acción. Basándose en un enfoque cualitativo que combina entrevistas semidirectivas y observaciones sobre el terreno, pone de relieve la discrepancia entre una estrategia esencialmente basada en la seguridad y las necesidades psicosociales de los reclusos, que se enfrentan al aislamiento, la falta de programas de reinserción y la estigmatización, mientras que los funcionarios de prisiones sufren fatiga, falta de formación y recursos limitados. A la vista de estos resultados, el estudio recomienda la introducción de formación especializada, la mejora de las condiciones de detención, la creación de programas de reinserción adecuados y el refuerzo de la cooperación interprofesional, abogando por una política penitenciaria tunecina más equilibrada, que concilie seguridad y respeto de los derechos fundamentales, con el fin de garantizar una prevención sostenible y eficaz de la radicalización violenta.