Está demostrado que la falta de actividad física entre los niños de los países desarrollados es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte prematura. Además, numerosas pruebas sugieren que reducir cualquier tipo de actividad sedentaria se asocia con un menor riesgo para la salud en los jóvenes. Los padres y los equipos exigen una participación segura en cualquier actividad deportiva, ya sea recreativa o competitiva. Existen numerosas pruebas que demuestran la importancia de la nutrición para la salud. Llevar una vida activa y comer de forma saludable son factores clave para mantener la salud individual y de la población. Esto puede prevenir enfermedades crónicas y promover la salud y el bienestar en todas las etapas de la vida. Una alimentación saludable protege contra las enfermedades crónicas y contribuye a alcanzar y mantener un peso saludable. Los programas de apoyo adecuados que tienen como objetivo una alimentación saludable y una vida activa para todas las personas son esenciales para la prevención de la obesidad y otras enfermedades crónicas.
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