La desertificación es un problema a escala mundial que provoca grandes impactos sociales, ambientales y económicos, además del desplazamiento de miles de personas en busca de tierra y alimentos. En Brasil, este problema afecta a 11 estados y aproximadamente una cuarta parte de los municipios brasileños se encuentran en zonas susceptibles a la desertificación, la mayoría de ellos en el semiárido nordestino. Además de la vulnerabilidad provocada por la irregularidad de la temporada de lluvias en el semiárido nordestino, los municipios de Ceará presentan una parte considerable de su suelo en estado de degradación progresiva. Ante la escasez de recursos hídricos y económicos, los habitantes del sertón se ven obligados a extraer su sustento de la fauna y la flora locales. Los cambios climáticos y la fuerza antropogénica conforman el binomio Clima-Hombre, que acelera los procesos de degradación e intensifica los niveles de pobreza, culminando en un círculo vicioso.
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