El cambio climático provoca inevitablemente cambios en las características del caudal de los ríos. El aumento de la temperatura superficial del aire provoca el deshielo de los glaciares. Los cambios en el régimen de precipitaciones provocan cambios en la escorrentía de los ríos. La nieve que cae en invierno en el territorio de la cuenca hidrográfica determina la magnitud de las crecidas fluviales. Las precipitaciones elevan brevemente el nivel del agua en los ríos. Los aguaceros provocan inundaciones. Los componentes de la escorrentía fluvial -la nieve fundida y el glaciar- vienen determinados por el régimen de precipitaciones y la temperatura del aire. Basándose en el modelo matemático de formación de la escorrentía fluvial, se lleva a cabo un análisis factorial de las series hidrológicas y meteorológicas, a partir del cual se determinan los parámetros de la escorrentía y la formación de los recursos hídricos.
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