El sistema digestivo y el sistema nervioso central están conectados por diversas fibras nerviosas o neuronas. La conexión entre el sistema digestivo y el cerebro humano es un proceso bidireccional. El funcionamiento inadecuado del sistema digestivo puede provocar el envío de mensajes incorrectos al cerebro. Además, la disfunción cerebral puede provocar problemas digestivos. El sistema digestivo contiene muchas neuronas nerviosas, por lo que es muy susceptible al estrés. Como probablemente habrás experimentado, el efecto de la ansiedad en el sistema digestivo no es menor que el de una alimentación poco saludable, por lo que el intestino también se conoce como el segundo cerebro.
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