El dolor laríngeo y el dolor de garganta son frecuentes tras la intubación orotraqueal. Estas morbilidades pueden controlarse mediante varios métodos, entre ellos la lidocaína, que sigue siendo la molécula de elección para prevenirlas. El objetivo de este estudio era evaluar el efecto de dos técnicas de administración de lidocaína (con manguito e intravenosa) frente a placebo en el control del dolor laríngeo tras una intervención quirúrgica que requiriera anestesia general con intubación orotraqueal y durara menos de 240 minutos.Se concluyó que ambas técnicas de administración de lidocaína redujeron el dolor laríngeo posintubación en comparación con el control, con un mejor control a favor de la lidocaína alcalinizada con manguito.
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