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Así como el expresionismo alemán tramita el dolor de entreguerras con lo grotesco, lo exagerado o lo ridículo, así es en este libro lo grotesco; es la descripción de una crisis, una crisis que más que económica se ha solidificado en una crisis ética, de principios, de contenidos. Cuando las banderas y las insignias florecen las ideas se marchitan, una bandera es una forma de no pensar en los límites que ella misma provoca sino de abandonarse a su cobijo. Lo que nos queda es una farsa revestida de infinitas publicidades. Así, el libro pretende mirar a un barrio, una cotidianeidad, un objeto,…mehr

Produktbeschreibung
Así como el expresionismo alemán tramita el dolor de entreguerras con lo grotesco, lo exagerado o lo ridículo, así es en este libro lo grotesco; es la descripción de una crisis, una crisis que más que económica se ha solidificado en una crisis ética, de principios, de contenidos. Cuando las banderas y las insignias florecen las ideas se marchitan, una bandera es una forma de no pensar en los límites que ella misma provoca sino de abandonarse a su cobijo. Lo que nos queda es una farsa revestida de infinitas publicidades. Así, el libro pretende mirar a un barrio, una cotidianeidad, un objeto, una tienda, un prototipo cualquiera de un país europeo como una suerte de mirada costumbrismo-terrorista. Sonreír hacia adentro es reconocerse, el sarcasmo puede ser una bomba de racimo que trabaja interiores y los hace pedazos.
Autorenporträt
El chicle pegado a la suela del zapato que te recuerda dónde estás. Para sintientes que de vez en cuando se eximen de la responsabilidad de habitar el mismo lugar que sus piernas, pero cuyos ojos ansían la visión visceral del esqueleto urbano. Malagueña, nacida en los 70 y licenciada en Geografía e Historia, ha participado y sido publicada en numerosas revistas nacionales, traducida a infinidad de idiomas y sus apariciones en antologías y traducciones son muchas y aburridas de numerar. Aunque si por algo María Eloy es única y elegida entre las elegidas es por su voz en el escenario como foco de atención; con un sarcasmo y una ironía que le permite pasar del silencio a la risa, no deja en paz a un mundo que se devora a sí mismo.