Cuando estalló la crisis económica mundial en 2008, pocos esperaban que sus efectos fueran tan profundos y afectaran negativamente durante más de una década al sector mundial del transporte marítimo de contenedores. La aparición de megabuques con capacidades superiores a 20 000 TEU agravó el problema del exceso de capacidad, de ahí que las tarifas de flete se hayan mantenido a la baja. Las compañías navieras han luchado por mantenerse en el negocio y se han aplicado medidas de reducción de costes como despidos, navegación lenta y reestructuración organizativa que, sin embargo, no aportan soluciones a largo plazo para rentabilizar el sector. Este libro examina los efectos de la recesión mundial del transporte marítimo en las compañías navieras y muestra que la diversificación a lo largo de la cadena de suministro puede ofrecer soluciones a largo plazo para el problema. Para seguir en activo y generar mayores márgenes, las navieras deben encontrar oportunidades en otros lugares. Se ha investigado la diversificación en el transporte marítimo y se ha llegado a la conclusión de que existen oportunidades para que las navieras se diversifiquen a lo largo de la cadena de suministro. Se analizan las condiciones necesarias para tal diversificación y este libro es de lectura obligada para obtener una perspectiva de la experiencia sudafricana en el transporte marítimo de contenedores.
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