Ningún anestésico por sí solo produce todos los componentes de la anestesia general sin deprimir alguna función vital de los órganos. Por lo tanto, se utiliza un enfoque con múltiples fármacos (anestesia equilibrada) para disminuir las actividades sensoriales, motoras, simpáticas y parasimpáticas, y para atenuar los componentes individuales del estado anestésico. La técnica de anestesia equilibrada tiene tres componentes: premedicación, inducción y mantenimiento de la anestesia. Los agentes de premedicación son ansiolíticos y analgésicos preventivos. Los agentes de premedicación reducen la magnitud y el desarrollo del estrés preoperatorio. Se recomienda el uso de analgésicos, como opioides y agentes anestésicos locales, antes y durante la cirugía para prevenir la transmisión de estímulos dolorosos. Se recomiendan anestésicos intravenosos como el propofol, la tiopental, la ketamina y la alfaxalona para la inducción de la anestesia. El mantenimiento de la anestesia es posible con anestésicos inhalados o intravenosos. Los agentes anestésicos inhalados han ganado popularidad para el mantenimiento de la anestesia general, ya que tienen ventajas bien conocidas, como la facilidad de administración, la profundidad predecible de la anestesia con dosis específicas y la rápida recuperación.
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