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Peligrar en los remedios es un drama de honor escrito por Rojas Zorrilla para Roque de Figueroa en diciembre de 1634, con el objetivo de que se representara al año siguiente. Un aspecto curioso de este manuscrito es que incluye anotaciones del propio poeta dirigidas al actor, ofreciendo instrucciones sobre cómo interpretar la obra y resaltando la importancia de los papeles que se desarrollan en ella. La obra se abre con una conversación entre dos personajes femeninos, Violante y Celia. La escena inmediatamente introduce una compleja red de emociones y dilemas morales. Violante es una mujer…mehr

Produktbeschreibung
Peligrar en los remedios es un drama de honor escrito por Rojas Zorrilla para Roque de Figueroa en diciembre de 1634, con el objetivo de que se representara al año siguiente. Un aspecto curioso de este manuscrito es que incluye anotaciones del propio poeta dirigidas al actor, ofreciendo instrucciones sobre cómo interpretar la obra y resaltando la importancia de los papeles que se desarrollan en ella. La obra se abre con una conversación entre dos personajes femeninos, Violante y Celia. La escena inmediatamente introduce una compleja red de emociones y dilemas morales. Violante es una mujer dividida entre su amor por Carlos, el Infante, y la admiración que le profesan otros tres hombres, incluido el Rey. Esta situación pone en peligro su honor y manifiesta las complicadas dinámicas del poder y el deseo. El diálogo entre Celia y Violante revela una gama compleja de emociones y actitudes ante el amor, el honor y la lealtad. Celia actúa como la voz de la razón, instando a Violante a contener sus emociones para proteger su reputación. Sin embargo, Violante se encuentra atrapada en una encrucijada emocional, queriendo ser amada pero temiendo las consecuencias que ello pueda acarrear. Peligrar en los remedios se destaca por su profunda exploración de temas como el honor, el amor y la lealtad, ubicados dentro de una estructura social que tiene sus propias reglas y expectativas. Las relaciones entre los personajes son complejas y están cargadas de subtexto, reflejando las tensiones inherentes en una sociedad donde el honor y la reputación tienen un valor inmenso. Desde un punto de vista estilístico, el diálogo es agudo y lleno de matices que revelan las complejidades internas de los personajes. Las instrucciones específicas para la representación de la obra sugieren que Rojas Zorrilla estaba profundamente comprometido con la entrega efectiva del mensaje emocional y moral de la obra, lo que añade otra capa de complejidad a su interpretación. Peligrar en los remedios se sumerge en las profundidades del alma humana, explorando las complejidades del amor, el honor y la lealtad en un entorno social restrictivo. La obra es un estudio agudo de las emociones humanas y los dilemas éticos, y ofrece una mirada penetrante a las tensiones que definen nuestras vidas y relaciones.
Autorenporträt
Francisco de Rojas Zorrilla (Toledo, 1607-Madrid, 1648). España. Hijo de un militar toledano de origen judío, nació el 4 de octubre de 1607. Estudió en Salamanca y luego se trasladó a Madrid, donde vivió el resto de su vida. Fue uno de los poetas preferidos de la corte de Felipe IV. En 1645 obtuvo, por intervención del rey, el hábito de Santiago. Empezó a escribir en 1632, junto a Pérez Montalbán y Calderón de la Barca, la tragedia El monstruo de la fortuna. Más tarde colaboró también con Vélez de Guevara, Mira de Amescua y otros autores. Felipe IV protegió a Rojas y pronto las comedias de éste fueron a palacio; su sátira contra sus colegas fue tan dura al parecer que alguno de los ofendidos o algún matón a sueldo le dio varias cuchilladas que casi lo matan. En 1640, y para el estreno de un nuevo teatro construido con todo lujo, compuso por encargo la comedia Los bandos de Verona. El monarca, satisfecho con el dramaturgo, se empeñó en concederle el hábito de Santiago: las primeras informaciones no probaron ni su hidalguía ni su limpieza de sangre, antes bien, la empañaron; pero una segunda investigación que tuvo por escribano a Quevedo, mereció el placer y fue confirmado en el hábito (1643). En 1644, desolado el monarca por la muerte de su esposa Isabel de Borbón y poco más tarde por la de su hijo, ordenó clausurar los tablados, que no se abrirán ya en vida de Rojas Zorrilla, muerto en Madrid el 23 de enero de 1648.