La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designó Xochimilco de Ciudad de México Patrimonio de la Humanidad en 1987 por su vínculo histórico con la agricultura azteca y su singularidad medioambiental. Con esta designación como Patrimonio de la Humanidad, la identidad de Xochimilco se ha vuelto casi paradójica. En cierto sentido, sigue siendo una zona que recuerda a la civilización azteca del siglo XIV, pero también es un barrio urbano que no se diferencia en nada de cualquier otra parte de Ciudad de México. ¿Cómo se pueden equilibrar las necesidades medioambientales de la tierra y las necesidades de la gente? ¿Cuál es el futuro de Xochimilco? ¿Seguirá existiendo dentro de 20 años?
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.